Los 5 principales símbolos del Camino de Santiago

El Camino de Santiago es más que una ruta de senderismo. Si no lo fuese, cientos de miles de peregrinos no llegarían a la capital de Galicia cada año desde todas las partes del mundo. Para muchas personas es un viaje transformador en el que buscan más que unas vacaciones, una experiencia de vida. 

A lo largo de este artículo, desde Camino Compostela repasaremos los principales cinco símbolos del Camino, donde cada uno  tiene su propia historia. El primero de esta lista es la vieira, el símbolo más emblemático del Camino de Santiago.

1. La Vieira y el Camino

Cuando hablamos del Camino de Santiago, lo primero que nos viene a la mente es el símbolo de la vieira. Este vínculo se remonta a hace más de mil años, cuando a los peregrinos que alcanzaban Santiago se les otorgaba una concha de vieira como prueba de su viaje. Por eso la incluimos como uno de los principales símbolos del Camino de Santiago.

Con el paso del tiempo, la vieira se convirtió en un icono de la peregrinación a Compostela, cargada de significados religiosos y simbólicos. De hecho, cualquier peregrino puede observar la representación de la misma en multitud de escenarios.

Además del simbolismo que le une con el Camino de Santiago, este molusco es uno de los iconos de la gastronomía gallega (en sus múltiples formas de preparación), teniendo su auge de demanda en las cenas de muchas familias durante las Navidades. Os dejamos un enlace para que veáis cómo se pueden hacer las recetas gallegas tradicionales desde casa.

2. Mojones y la flecha amarilla: los ‘faros’ de los peregrinos

Si bien la vieira es el símbolo por excelencia del Camino de Santiago y todas las personas, lo hayan realizado o no, establecen el vínculo entre la concha y la ruta jacobea, otro de los iconos más famosos son los mojones o hitos. Son los ‘faros’ que indican el Camino a cualquier peregrino. 

Muchas personas se sorprenden cuando escuchan la denominación por primera vez puesto que, en otras circunstancias, la palabra conlleva connotaciones negativas. Sin embargo, es algo que ayuda a que no se olvide el nombre. 

Se reconocen de manera sencilla. Básicamente, los mojones son estructuras hechas en granito, piedra u hormigón que tienen pintadas una flecha que marcan la dirección correcta de la ruta. La idea de la flecha fue del párroco y uno de los más grandes estudiosos del Camino, Elías Valiña.

Miden sobre un metro de altura y están hechos de granito o piedra y se encuentran cada pocos cientos de metros en cualquier ruta del Camino de Santiago. Según la comunidad autónoma, se pueden ver diferentes formas y diseños, además de poder encontrarlos en sitios de lo más variopinto. 

Por su parte, algunas veces se ven piedras en la parte superior de los mojones. Viene de la Edad Media ya que los peregrinos, al no disponer de tecnología, señalizaban la ruta como segura colocando una piedra a su paso. Esta tradición se fue manteniendo hasta la actualidad, aunque por razones dispares, como el ir dejando peso interior a lo largo del Camino.

En 1993 la Xunta promocionó el Camino a través del Plan Xacobeo y decidió homogeneizar los hitos o mojones. Así se conseguía una uniformidad en cuanto la señalización (incluyendo desvios hacia enclaves de importancia histórica y religiosa). Se incorporó la flecha para ver la dirección correcta, la indicación kilométrica y un espacio donde señala la comunidad autónoma, además de la modernización de las construcciones que se pueden ver actualmente.

3. La Cruz de Santiago

El origen radica en los caballeros medievales, mientras que actualmente es la representación de un  viaje interior. La presencia constante de este símbolo a lo largo del Camino, recuerda a los peregrinos el legado histórico y espiritual que están siguiendo, además de un un recuerdo de la protección que ha caracterizado a la ruta a lo largo de los siglos. Es el símbolo que representa la ‘magia’ que envuelve al Camino, con un halo altruista y desinteresado. 

Con una forma de espada y color rojo, la cruz de Santiago es el distintivo de la orden de los Caballeros de Santiago, fundada en 1170. Esta orden religiosa y militar tenía, entre otras labores, la misión de proteger a los peregrinos en una época en la que los cristianos disputaban los territorios de España a los musulmanes en la Reconquista. 

Hoy en día, estas connotaciones religiosas desaparecieron, aunque no los valores que representaban como la misión protectora y altruista a lo largo de la ruta. La cruz de Santiago se ha integrado en la cultura popular y el arte a lo más allá del Camino. Se puede ver en el escudo del ayuntamiento de Santiago, en la repostería gallega (como en la tarta de Santiago) o en equipos de fútbol, como en el Real Club Celta de Vigo. 

4. Del bordón peregrino al bastón

El bordón peregrino es una de las herramientas más usadas por los peregrinos en el Camino de Santiago desde el origen de los mismos. Además de un soporte físico en terrenos desafiantes, el bastón es un símbolo de fuerza y resiliencia. Es el testigo del viaje peregrino, siendo mencionado en numerosos textos del Códice Calixtino y siendo representado en diferentes obras de arte, casi siempre vinculado al peregrino. 

En los inicios del Camino de Santiago, además de como punto de apoyo ante obstáculos, se empleaba como instrumento para protegerse de animales salvajes o bandidos. Con el paso del tiempo estas funciones quedaron en desuso, al igual que el tipo de bordón original (a pesar de que a día de hoy se puede ver a la venta en casi todas las tiendas de abalorios peregrinos), en detrimento de los bastones de senderismo más modernos. 

Los peregrinos originales de la Edad Media iban acompañados, además de por un bordón, por una calabaza (al igual que los bordones, se pueden ver en muchas tiendas de manera conjunta). Esta antigua cantimplora no solo era una herramienta donde se transportaba el agua o el vino, sino también un símbolo de solidaridad y fraternidad entre los caminantes al compartirse entre ellos. De igual manera que los bordones, es raro ver peregrinos haciendo uso de las calabazas como cantimploras, siendo reemplazadas por recipientes más modernos, como botellas de aluminio 

5. Credencial del Peregrino y la Compostela: 

Este pasaporte del Camino es un diario ‘vivo’ del viaje de cada caminante. Con cada cuño, no solo se documenta el progreso físico, sino que también se recaban recuerdos imborrables a cada paso y testimonios de la amistad y la hospitalidad encontradas en el camino.

Este pasaporte certifica haber caminado al menos 100 km en una ruta del Camino y, al final del viaje, en la Oficina de Acogida del Peregrino, en la rúa das Carretas número 33, a unos 200 metros de la Catedral se recibe la Compostela (erróneamente llamada ‘Compostelana’). Para ello es necesario, además de recorrer el mínimo de distancia exigido, haber rellenado con al menos dos sellos en cada etapa. Es el diploma en el que queda plasmado con texto la experiencia que vive cada peregrino.

De ‘Ultreia et Suseia’ a  ‘Buen Camino’ 

Si bien el saludo peregrino no es un símbolo que se aprecia con los ojos como los detallados anteriormente en este artículo, en el Camino de Santiago es diferente. El saludo peregrino es tan característico de la ruta que tenemos que hacer un punto y seguido como uno de los símbolos del Camino de Santiago.

Las personas que se deciden a hacer el Camino de Santiago en 5 o 6 etapas tienen que acostumbrarse. Es muy típica la imagen de adaptarse a las circunstancias del Camino el primer día e ir evolucionando con el paso de los días. Con el paso de los días te acostumbrarás al tan característico saludo de ‘¡buen camino!’, al que se le responde de igual manera. Es una buena manera de animar a la otra persona en el esfuerzo. 

Antiguamente, esta expresión provenía del latín ‘Ultreia’, traducido en español como ‘vamos allá’ o ‘adelante’. La respuesta era ‘Et Suseia’, tal como si fuese Buzz Lightyear en la película Toy Story, ‘y más allá’. La expresión completa ‘Ultreia et Suseia’ ya se menciona en el siglo XII en el Códice Calixtino.

El verdadero símbolo del Camino es la ‘magia’ que se respira

Sin embargo, los símbolos del Camino de Santiago no dejan de ser un reflejo de los siglos de peregrinación a Compostela. El verdadero símbolo es la ‘magia’ que se respira. Esta aventura es una oportunidad para redescubrirte, rodeado de la majestuosidad de la naturaleza y la riqueza de la historia. Si ya tienes en mente emprender el Camino, pero tienes dudas sobre cuál hacer, te podemos ayudar.